Mi último post siendo tres

Durante mucho tiempo no estuvo nada claro que este post viera la luz. Os lo he contado en varias ocasiones, al principio todo pareció indicar que el número en el que nos plantaríamos sería tres. La mezcla del «trauma» por el parto, la falta de sueño y otras circunstancias nos tuvieron los primeros tres o cuatro años en un no bastante claro. Un no que hace dos veranos empezó a removerse y a picar, a exigir confirmación. Porque ese no, ya os lo conté ese día que me abrí en canal en el blog, era en realidad un casi-no en el que nos habíamos asentado más por inercia que por decisión real. En fin, más o menos sabéis la historia si me seguís, no me quiero repetir demasiado. El caso es que, como os decía, no estaba nada claro que este post llegase a escribirse. Pero aquí estoy, a punto de cumplir 37 semanas y llegar a término, a punto de ser cuatro. Escribiendo este post finalmente: el último siendo tres.

El último porque me tomo un tiempo, a partir de hoy, para meterme en mi nido. Para seguir desenfundando el sofá y descolgando cortinas como buena gallinita clueca. Para llenar listas infinitas con todo lo que necesito para esto, aquello y lo de más allá porque ya os lo digo, no me acuerdo de NADA. Para tratar de imaginar, de visualizar, de verme… que también os lo digo, no me sale. Me siento como Claire en Outlander, acercando las manos a la piedra para ver dónde me lleva, con una mezcla de anticipación y miedo. Esto va a ser absolutamente nuevo para mí, no lo he vivido ni como hija ni como madre. Deseadme suerte.

Deseadme que, cuando llegue el momento, simplemente SIENTA. Que sienta como sentí como nació mi hija, a la que miro estos días con cierto tembleque interno. Que confirme con alivio que todas teníais razón, todas las madres que lleváis meses repitiéndome que no tendré que repartir el espacio que ahora llena ella por completo y sin fisuras dentro de mí, porque con el bebé nacerá también un espacio propio para él, para que lo llene de la misma forma. Joder, me suena a ciencia ficción, como cuando otras madres me contaban lo que sentiría al nacer mi hija y yo me decía «guau…» sin comprenderlo. Pero supongo que hay cosas que no se descubren hasta que no se cruza al otro lado. Y yo aún sigo en este lado.

Quién me iba a decir a mí que este día llegaría. Ha sido increíble ser tres. Ha sido precioso, valioso y mágico. Tanto que me duele que termine. Y no sigo, porque estoy de hormonas hasta las orejas y demasiado sensible para ahondar. Parezco muy tranquila, muy segura y muy «yo ya he pasado por esto» pero tengo más miedo que siete viejas. Me siento como un flan, uno gordito y tembloroso. Qué vulnerable, qué humana y qué a flor de piel te deja esto de tener hijos.

Deseadme suerte, que de aquí a la próxima vez que hablemos cruzo la puerta. No me dejéis cruzarla sin daros las gracias por estos años de compañía, de empatía y de cariño. Os llevo en el corazón. Y ya está. Hoy no me enrollo más. Os cuento cuando esté al otro lado.

Cuando ya seamos cuatro.

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20 comments

  1. Ana1982 says:

    hola desde Argentina!!! yo estoy en el mismo conflicto que mencionan, con un NOSE, que me tiene loca. Si fuera por mi deseo interno es un Si rotundo pero la realidad actual, los tiempos ,exigencias y todo lo que conlleva ser padres presentes me lleva a la duda. No se si realmente quiero perder mi independencia que voy logrando de a poco, ya que mi hija tiene 5 años. A su vez pienso que no puedo dejar pasar más el tiempo, ya que tengo 38 años y tampoco quiero que tengan tanta diferencia, si fuera que me decido. Es muy difícil tomar esta decisión, fui mamá grande y me da mucho miedo y en realidad tampoco se si realmente tengo ganas de volver a empezar con todo lo que la maternidad implica y tener que desplazarme por unos cuantos años nuevamente. Necesito descubrir mi necesidad interna, yo creo que si realmente lo desearía, ya lo hubiera resuelto, pero la verdad es que cuesta y mucho, mi marido esta sujeto a lo que yo decida, asiq tampoco me ayuda demasiado a poder encontrar una respuesta y al fin y al cabo creo que las madres somos las más afectadas con toda esta cuestión de la maternidad. Las leo y acepto sugerencias.. graciasss

  2. Nieves says:

    Eres magia describiendo emociones. Me enganché a tu blog a base de poner en buscadores palabras que definieran mi indecisión por tener un segundo hijo. Y te encontré. Me siento taaaaan identificada contigo, con el amor indescriptible a mi hijo, con tus dudas.
    Como conclusión te diré que me volví a quedar embaraza, no sin mis dudas, que tuve hace dos meses a mi segundo pequeño, mi segundo amor y te confieso, que a pesar de que los dos son mi vida y las dos mejores decisiones que he tomado nunca, siento que algo en mi interior recuerda «ese cuando éramos tres» con mucha nostalgia. Seguro que tú le sabes poner las palabras adecuadas en tu próximo post si es que te sientes así.
    Mi mas enorme enhorabuena. Disfruta de tu nueva familia y no dejes de plasmar esos textos que muchas tanto esperamos.

    • Carita says:

      Hola Nieves! Mil GRACIAS por este comentario, son de los que me llegan dentro y me hacen sentir que el tiempo que invierto en el blog vale la pena ❤️ No sabría decirte si me siento así… deja que lo medite. En cuanto el nido me deje espacio para volver a introducir algo externo vuelvo. Enhorabuena por tu segundo pequeño y gracias por compartir conmigo tu historia. Un abrazo inmenso

  3. Verónica says:

    Mucha suerte, como dicen en mi pueblo que sea una horita corta. Yo con Samuel estaba igual, cuando rompí aguas me llenó la culpa de que no iba a ser el único… y sí, todas esas madres tienen razón, sin saber cómo el amor se multiplica y la culpa se va. Cuando Samuel vio a Leire por primera vez y dijo que guapa eres… indescriptible!!! Solo disfrútalo!!!

    • Carita says:

      Hola Verónica! Muchas gracias! Ya os contaré cómo va… de momento estoy con ese vértigo que se siente siempre que estás a punto de cruzar una puerta desconocida… Un abrazo!

  4. Gema says:

    Torrejón forever!!!!!
    Si tengo un tercero, allí que volveré. No dudes que será respetado, y harán lo que puedan para que también sea sentido por tu parte.

    Déjate fluir, durante y después

    • Carita says:

      Hola Gema! Te tomo la palabra. Os estoy creyendo a todas con todo lo que me contáis 🙂 Ya os contaré yo mi experiencia en Torrejón. Mil gracias bonita y un abrazo!

  5. Inara says:

    Mucha suerte! Nosotros hace 10 meses que somos 4 y han sido 10 meses agotadores y maravillosos a la vez.
    La conexión que tienen mis hijas entre sí es mágica desde el primer día.
    Vas a ver que dentro de un tiempo te va a costar acordarte de cómo era la vida cuando eran «sólo 3».
    Te leo desde Uruguay
    Saludos!

    • Carita says:

      Hola Inara! Ay, qué batiburrillo de sentimientos! En unas semanas, os cuento. Un abrazo enorme, de los que llegan a Uruguay!

  6. Gema says:

    Marta!!!! Ay, qué alegría leerte. Te deseo lo mejor en tu parto. Siéntelo, empodérate. Yo también me sorprendí a mi misma teniendo mucho miedo pese a tener la experiencia del primero, pero cuando do llegó el momento, me empoderé como nunca, porque un parto, como un inició de lactancia, se recuerda, y haya sido como haya sido, te da una confianza en ti que antes no tuviste. Te deseo que te conectes con tu yo más instintivo, más mamífero, y te deseo que tengas un parto respetado. Disfruta de ser tres y date tiempo cuando seáis 4, porque cada cual tiene que encontrar su sitio, pero cuando lo encontrais, es maravilloso.

    Feliz nueva vida. Ya nos contarás. Besos virtuales llenos de cariño

    • Carita says:

      Hola Gema! Deséame suerte para que pueda tener el parto que quiero, respetado desde fuera y sentido desde dentro. El cambio a cuatro es lo que peor llevo, soy incapaz de verme, de visualizarme, de sentir confianza anticipada en cómo será o cómo lo sentiré. Ya os contaré… Un abrazo enorme, bonita

  7. Sara says:

    ¡Que todo vaya bien!
    Yo sigo en este lado como tú y con ese picorcillo de «queremos ser 4?»… Deseando que nos cuentes qué tal se está en aquel lado.
    Muchos besos!

    • Carita says:

      Hola Sara! Ay… a ver qué siento cuando cruce la puerta! Tengo mucho miedo pero también una curiosidad impresionante, la necesidad de sentirlo. Ya os contaré! Un abrazo enorme

  8. Maria says:

    Suerte! Yo me di cuenta en el segundo parto que mi cuerpo ya sabía qué hacer, todo ese proceso fue mucho más fácil y tranquilo y el cuerpecito calentito de mi preciosa pequeña sobre mí no se me olvida. Te esperamos en este lado, amor para cuatro y para más

    • Carita says:

      Hola María! El parto no me preocupa. Lo digo con la boca pequeña porque en fin, siempre da coraje, y porque para mí es importantísimo que este segundo parto, que es mi última oportunidad de conseguirlo, sea como quería que fuera el primero, en Torrejón, respetado y fluyendo. Pero lo que más me preocupa es el cambio, el cambio me da un vértigo terrible, es un salto al vacío. Os veo al otro lado, deseando contaros que teníais todas razón. Un abrazo enorme

  9. Paula says:

    Yo también estaba como tú, de hecho, no podía imaginarme la presencia de otro hijo mío, me resultaba increíble. Tanto tiempo siendo tres y tantos momentos vividos exclusivamente para uno solo que muchas noches durante el embarazo me las pasaba llorando y acabaron metida en su cama para poder abrazarlo y quedarme dormida junto a él. Pero debo decirte que mi sorpresa fue cuando nació Guillermo. Despertó en mí algo increíblemente precioso, sentí que éramos una familia más completa, me sentía plena y feliz y satisfecha por haber logrado superar mis miedos y haberle dado este regalo a mi hijo, un hermano para toda la vida… Por lo menos así se lo transmitimos a los dos. En mi caso, sólo puedo decirte que fue la mejor decisión de mi vida y sé que la tuya también lo será. Déjate llevar, esto es como el primero… Todo sale solo, no te preocupes y disfruta. Mucha suerte preciosa que todo irá genial. Un beso enorme.

    • Carita says:

      Hola Paula! Mil gracias de todo corazón por este comentario tan maravilloso. ❤️ Ya os iré contando… Un abrazo enorme

    • Maria says:

      Holaaaa! Mi nombre es Maria tengo 32 años y una niña de 7 años. Ahora mismo tengo un conflicto interno increíble, mi hija siempre decía que no quería hermanos pero porque dice que sólo le harían caso al bebé, hablamos con ella para aclararle las ideas porque no queremos que ese pensamiento erróneo digamos, que ella tiene la frene a encontrar sus verdaderos sentimientos, básicamente porqué le encantan los niños y es muy protectora, tiene primos, pero dos de ellos viven en italia y otra si está cerquita de casa. Mi conflicto es que tengo un nose infinito y mi marido no es algo que le haga tremendamente ilusión pero si decidimos que si sobretodo por mi hija él es feliz y me apoya. Yo me encuentro en una situación interna que siento que no pero con matices de nose, con matices de que, nose si mirando a un futuro quizás me veo con otro hijo, con que lo pienso mucho, demasiado, sobretodo últimamente, tengo 32 años y tampoco quiero que pase más tiempo. Estoy físicamente fuerte pero nose si emocionalmente esté preparada, al nivel de despertarme por la noche a dar pecho, etc.. La crianza de mi hija has sido especialmente un reto para mí, una niña extrademandante, que va siendo más independiente pero que hoy por hoy te quiere para todo. Nose si estoy preparada para soportar dos. Pero mi respuesta a todo esto es…. Si lo tuviera tan claro… ¿No me lo plantearía? No sé, tengo una lucha interna conmigo misma.

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